lunes, 19 de abril de 2010

Lo bien que hablamos español

La semana pasada estuvimos con unos amigos en Ticino, la parte de suiza donde se habla italiano.
Aunque mi italiano no es otra cosa que mi cordobés hablado con lentitud desesperante, yo me las tiraba de intérprete. Y meta buon giorno de acá y de allá. En un bar, orgullosa de mi rol social, le pregunté a una señora que parecía dueña:
-« disculpe (pausa), entiende (pausa) español ?
- si
- « podriamos (pausa) dejar (pausa) las mochilas (pausa y señalo los bolsos) aquí (pausa y con el dedo apunto el suelo) por unas horas ? (pausa) Queremos (pausa) caminar (gestos) por los alrededores (digo mientras muevo las manos señalando el entorno).
- si.
- grazie
Un poco mas tarde la señora nos sirve algo para tomar y me pide que les traduzca a mis amigos que no queda mas gaseosa que la azul (azul, te juro).
Yo traduzco, y como la profe de lengua que supe ser y siempre seré en mi corazón, sonrío condesciendente y le digo (tipo para alentarla):
- Habla muy bien español !
- Porque soy española.
Pausa.
Feo, te digo, como momento.

Esta mañana en el tren, mientras trabajo, escucho una pareja colombiana que se desespera tratando de entender un itinerario de conexiones. Con esto de que el volcán islandés consiguió lo que ninguna cumbre climática habia logrado –es decir, reducir el tráfico aéreo- los trenes son la estrella absoluta. Los colombianos vienen viajando desde austria, con subidas y bajadas imposibles hasta el destino en madrid. Cuando la señora colombiana me ve con cara de colabradora (o sea de chusma), se acerca con el itinerario en la mano:
-Are you from here ?
- HAblo español, la estaba escuchando, dígame.
La señora, una especie de abuelita cheta, me asusta:
- Ay, otro ángel del camino !!! (te juro que dijo eso.que bajon, estoy condenada a ser una ñoña eterna).

Y ahí nomas me mando la pregunta que respondí amablemente (lo mínimo que puede hacer un ángel).
La mujer me agradeció vivamente y me dijo:
- Donde aprendiste a hablar tan bien español?

Bue, cualquiera que me escucha dos palabras me saca el dni cordobés. Pero claramente, CUALQUIERA SE EQUIVOCA.
- En argentina !! (pausa) donde nací !!!
La señora siguió sonriendo y empezó a retroceder sin dejar de mirarme, no vaya a ser que me le cagara de risa a sus espaldas. Pero no habia peligro. Claramente, no iba a ser yo la que juzgara a una de la confraternidad de colgadas.

PROXIMA PARADA

El tren anuncia en altoparlante, « prochaine arrete…. Geneve », despues lo repite en aleman « nächste halte…Genf », y como muchas veces estan los que ni entienden ni uno ni otro, por las dudas hay una tercera oportunidad: « next stop, Geneva ».

La cosa es que me tengo que bajar, como casi todo el mundo. Y mientras espero paradita en el corredor, veo que en un asiento una chica aprovecha y fabrica esculturas con alambre. Nada más.

Tomo por equivocacion un regional entre Fribourgo y Berna. Por equivocación, porque en vez de ir directo, para en un pueblo cada cinco minutos, lo que nos da unos ... varios pueblitos, mas o menos. En una de las paradas, sube un pibe, se sienta al frente, saca un cuaderno y una lapicera negra y empieza a dibujar. Yo miro el dibujo.Hace un tiempo me enteré de que no sirvo para la crítica de arte, cuando en el museo de la recoleta, una vez, renuncié a comprender por qué un almohadón de peluche anaranjado colgado en la pared representaba la cuestión de género y era «interesante», según una compañera de paseo. O sea, no puedo juzgar el dibujo de mi vecino de asiento, pero me impresiona. En la proxima parada –cinco minutos después- guarda todo y se baja. Gracias por la exposición.


Esta mañana viajo dormida porque pase la noche con insomnio. En fribourgo sube un chico y se sienta en diagonal, al frente. Saca partituras encuadernadas y empieza a … decir ? cantar ? en completo silencio. Pero todo el, su cara, sus manos, el cuerpo se mueven como director de orquesta. El pibe esta escuchándolo en silencio ! Grosso ! y verlo es un placer… Por un ratito atiendo el concierto… pero es verdad que como no puedo disfrutar demasiado y el insomnio empieza a hacer efecto, me duermo. Cuando me despierto en ginebra, el concierto se ha acabado hace rato, probablement en Lausanne, donde debe haber bajado el director de orquesta.
Y de nuevo, escucho : « prochaine arrete… » « nächste hallte … », « next stop »…